Te escribo desde el otro lado. Una dimensión para mí todavía desconocida e impredecible. Tanto así que ni nombre me animo a ponerle.
El 14 de abril llegó Amalia al mundo. Una niña que, a su casi un mes de vida, ha sonreído absolutamente todos.
Sin embargo, no voy a romantizar este momento.
No sería justo con nadie, porque la verdad es que tanto ella como yo pasamos momentos difíciles. De esos para los que no hay preparación ni imaginación que ayuden a tener la guardia lista.
Viví varios días completamente fuera de los límites de mi cuerpo. Sospecho que ella también. Algún día, seguramente, tendremos esta charla las dos.
Por ahora, me limito a dejar registro por escrito antes de que las hormonas me obliguen sin piedad a olvidarlo todo.
Esta es mi historia. Mi experiencia. Esto es lo que se ve inmediatamente después de pasar por la metamorfosis.
¿Cómo me podés ayudar? Leyendo. Compartiendo. Comentando.
¡Nos seguimos conociendo por las letras!
Un abrazo,
María.
Cosas que decir: La playa
Hace muchos años estuve físicamente en esa playa.
Un mar paradisíaco al que únicamente pude regresar sin tocar la arena exactamente dos veces.
Esta entrada es sobre las sorpresas que me llevé de cada uno de esos regresos.
En el "making of" de este newsletter tan especial para nosotras dos.