Parece que hay demasiado que decir sobre Soledad...
¿Quién es Soledad?
Si llevan un tiempo leyendo el blog, se habrán dado cuenta de que me gusta personificar las cosas. A lo largo de estos años he personificado ciudades, sentimientos y comidas en las distintas historias del blog. Incluso en algún momento llegué a personificar la memoria.
Hago esto porque no conozco otra forma de contar historias que no sea buscando una conexión emocional y considero que esto se logra sobre todo si imaginamos las cosas como si fuesen seres vivientes.
Lógicamente, esto no es nada nuevo. La fortaleza del storytelling, ya sea de marcas o campañas, reside en la habilidad de personificar a la marca para conectar con la audiencia, clientes o usuarios de una forma verdaderamente única: como lo hacemos con quienes nos rodean cada día. De la misma manera, posiblemente por los años de trabajo en el proceso de construcción narrativa con organizaciones y empresas, lo utilizo en algunas ocasiones para contar las historias en el blog.
Soledad no podía ser la excepción.
Cuando leí la palabra no sé por qué se me apareció Soledad Pastorutti en la cabeza (muy extraño ya que no escucho su música y no sé absolutamente nada de ella, pero el cerebro a veces nos tira viajes). Hurgué un poco más y finalmente se hizo presente otra Soledad. Foco de un sinfín de canciones y núcleo de profundas emociones. Estuvo conmigo hasta que logré desprenderme de ella, pero aún feliz de haberla dejado ir, siento que su presencia fue como un velo consecuente que no llegó para aislarme sino para volverme plural.
Resulta que, después de tanto pensar y editar, claro que había mucho que decir sobre ti, Soledad.
Estamos hechos de historias
Contar nuestras historias es una parte esencial de quiénes somos. Así es como logramos transmitir conocimiento, cultura y tradiciones milenarias que nos permiten construir nuestra identidad.
Como comparto esta pasión con muchos de los equipos con los que trabajo (mejor dicho, con muchos amigos), tengo el placer de cruzarme con libros como este que me acercan al poder de las historias y a las teorías detrás de lo que nos convierte en animales casi dependientes de las mismas.
Esta recomendación de Matías Cerviño, The Storytelling Animal: How stories make us human, no me enamoró de entrada, pero por algún motivo me encontré volviendo una y otra vez a algunas conclusiones del libro. Creo que la investigación esconde una degustación interesante de cómo las historias nos moldean como personas y sociedad, y por eso se lo recomiendo a quien quiera explorar un poco más de qué va todo esto del "storytelling"
72 horas en...
Hace poco estuvimos en Amsterdam, una ciudad que nunca falla en inspirar. Fue quizás el quinto viaje que hacemos en el año con un límite de 72 horas, así que se me ocurrió crear unas guías para viajes relámpago especialmente para el viajero antiplan. Es decir, para aquel que elige su rumbo principalmente por lo que siente en el momento y no por "tachar" cosas de la lista.
Yo me considero bastante viajera "antiplan". Me preparo para los viajes marcando en mi Google maps lugares que voy viendo, probando o que me van recomendando. Después, cuando llego a una nueva ciudad, regreso al mapa y exploro lo que tengo marcado cerca de donde estoy parada. Esta técnica me ha servido para reducir el estrés del viaje y disfrutar de otra manera.
Por eso, La idea con estas guías es que ustedes puedan hacer exactamente lo mismo: disfrutar de los distintos distinos como si los estuvieran descubriendo y no "corriendo". Las guías son una invitación a abandonar la presión y jugársela a estar equivocados sin que realmente les importe el resultado. Miralas y compartilas en mi Instagram de viajes @mariadcperrier.
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Me lo contó una amiga de una amiga. Pero yo qué sé...
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